El mercado inmobiliario ofrece múltiples opciones para diversificar tu cartera de inversión.
Entre ellas, los fondos de inversión inmobiliarios y las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria (SOCIMIs) son dos de las más populares.
Fondos de inversión inmobiliarios:
Son vehículos de inversión colectiva que reúnen el dinero de múltiples inversores para adquirir una cartera diversificada de activos inmobiliarios.
Estos fondos pueden invertir en propiedades directas, como edificios de oficinas, centros comerciales o viviendas, o en títulos de otras empresas inmobiliarias.
SOCIMIs:
Son sociedades anónimas que cotizan en bolsa y cuyo objetivo principal es invertir en activos inmobiliarios urbanos para su alquiler.
Al cotizar en bolsa, sus acciones pueden comprarse y venderse en cualquier momento.
Comparativa:
Fondos de inversión inmobiliarios:
Ventajas: Mayor diversificación, gestión profesional, acceso a mercados inmobiliarios internacionales.
Desventajas: Menor liquidez, posible comisión de gestión más elevada.
SOCIMIs:
Ventajas: Mayor liquidez, fiscalidad favorable, transparencia al cotizar en bolsa.
Desventajas: Menor diversificación, mayor sensibilidad a las fluctuaciones del mercado inmobiliario.
¿A qué perfil de inversor va dirigido cada opción?
Fondos de inversión inmobiliarios:
Son ideales para inversores que buscan diversificar su cartera, delegar la gestión y acceder a oportunidades inmobiliarias a largo plazo.
SOCIMIs:
Son más adecuadas para inversores con un perfil más dinámico, que buscan liquidez y están dispuestos a asumir un mayor implicación en la elección de las inversiones.
Qué perfil de inversor eres tú?
P.D. Ya sea en fondos de inversión, en SOCIMIs o cualquier otro vehículo de inversión, tus ahorros deben estar trabajando para ti, pero eso tú ya lo sabes ;)