Se trata de un bien o derecho que tiene un valor y la capacidad de generar ingresos o ser convertido en efectivo en el futuro.
En otras palabras, es algo que puedes comprar con la esperanza de que te haga ganar dinero en el futuro.
Los activos de inversión pueden ser tangibles (como una propiedad o una obra de arte) o intangibles (como acciones o bonos).
Algunos ejemplos comunes de activos de inversión incluyen:
Acciones: representan propiedad en una empresa.
Bonos: son préstamos que le haces a una empresa o gobierno.
Bienes inmuebles: incluyen propiedades como casas, apartamentos y terrenos.
Metales preciosos: como el oro y la plata.
Cryptoactivos: como Bitcoin y Ethereum.
La elección de los activos de inversión adecuados para ti dependerá de tu perfil de inversor, tus objetivos financieros y tu tolerancia al riesgo.
Es importante investigar y comprender los riesgos asociados con cualquier inversión antes de realizarla.
El objetivo de poseer activos de inversión es obtener un rendimiento, ya sea a través de la apreciación del valor de los activos o de los ingresos generados por los mismos (por ejemplo, dividendos de acciones o alquileres de propiedades).
Ya que estamos, repasemos lo siguiente…
Activo vs. Pasivo: ¿Cuál te hace ganar dinero?
Activo: ¡Te pone dinero en el bolsillo! Alquileres, acciones, negocios... todo lo que genera ingresos.
Pasivo: ¡Te quita dinero del bolsillo! Préstamos, hipotecas, tarjetas... todo lo que te genera gastos.
¡Tu objetivo? Tener más activos que pasivos.
¡Así aumentarás tu patrimonio y alcanzarás la libertad financiera!
P.D. Aquí te dejo unos 50 conceptos sobre Finanzas personales que todo inversor debería conocer... El Glosario de Finanzas Personales.