El ahorro es como una semilla:
Tiene el potencial de crecer y dar frutos, pero por sí sola no genera ningún beneficio.
Si una semilla se guarda en un cajón, con el tiempo se seca y pierde su capacidad de germinar.
De la misma manera, si el dinero ahorrado se deja quieto, en una cuenta mal remunerada por ejemplo, está perdiendo valor como mínimo por 2 motivos:
La erosión de por la inflación.
La perdida de oportunidades de rentabilizar los ahorros.
Para que una semilla se convierta en un árbol frondoso y que de sus frutos, es necesario plantarla en un buen suelo, regarla, protegerla de plagas y esperar con paciencia su crecimiento.
En el mundo financiero, invertir es el equivalente a sembrar el ahorro en el lugar adecuado.
Significa poner el dinero a trabajar en activos que lo hagan crecer, como negocios, inmuebles, acciones o emprendimientos.
Así como un árbol no da frutos de la noche a la mañana, las inversiones requieren tiempo y cuidado.
Hay que evaluar riesgos, diversificar y hacer ajustes cuando sea necesario.
Sin embargo, quienes entienden este proceso y perseveran, con el tiempo cosechan los frutos: estabilidad, ingresos pasivos y libertad financiera.
La pregunta clave es:
Estás dejando que tu semilla se seque o la estás cultivando para que te dé un futuro próspero?
Qué vimos esta semana?
Lunes. 3 Libros recomendados 📚
Martes. El efecto del coste hundido 😮💨
Miércoles. Invertir es una necesidad 🤷🏻♂️
Jueves. Cómo convertir 10.000€ en 11.838€
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Jesús Barreña -Finanzas personales e inversión en inmuebles-