Y tu bolsillo 💸
Te parecerá mentira, ayer fui por primera vez a un Starbucks.
No había entrado antes, y tengo uno delante de casa, pero ya sabía cómo se las gasta…
Había quedado con un amigo y me propuso quedar ahí.
Al llegar pido un café con leche, y el camarero me pregunta:
"¿Grande, mediano o pequeño?"
Lo tenía claro: "Pequeño."
Y entonces, su siguiente pregunta me dejó momentáneamente en shock:
"Tenemos dos tamaños de pequeño, ¿cuál prefieres?"
Durante unos segundos dudé.
Por un momento sentí cierta incomodidad, como si me diera vergüenza pedir el más pequeño otra vez.
Estuve a punto de rendirme, pero pude controlar mis emociones y con con gesto amable volví a responder “el pequeño, gracias!”
Cuando me senté, le pregunté a mi amigo qué había pedido.
Su respuesta fue reveladora:
"Un café con leche, el grande dentro del pequeño."
Boom. Funciona!
Esta estrategia de Starbucks es un ejemplo perfecto de cómo muchas empresas nos hacen gastar más de lo que pensábamos.
No se trata del euro extra en el café, sino del mecanismo psicológico que hay detrás.
Aquí entran en juego varios sesgos cognitivos:
✔️ El efecto de comparación interna:
Cuando ya hemos elegido la categoría más barata (pequeño), sentimos que dentro de ella debemos elegir algo "razonable".
✔️ El sesgo de culpa:
Nos sentimos mal eligiendo la opción más económica, como si fuéramos "cutres" por no gastar un poco más.
✔️ El anclaje mental:
Una vez que nos han presentado los tres tamaños, nuestro cerebro fija una referencia.
Creemos que ya hemos ganado pidiendo el pequeño, pero el camarero, bien adiestrado contraataca, y es ahí cuando muchos clientes piden el tamaño mayor.
El hecho es que estos patrones de decisión se repiten en muchas áreas de nuestra vida financiera.
Por eso, para que no nos condicionen, tenemos que conocerlos.
Si aplicas esta conciencia a tus inversiones, seguros y gastos diarios, evitarás caer en trampas diseñadas para hacerte gastar más.
Cuando te digo Starbucks, piensa en cualquier lugar en el que salga dinero de tu bolsillo y entre en la cuenta bancaria de alguien.
P.D. Date un tiempo para pensar antes de gastar, y mientras mayor sea el gasto más tiempo debes darte.
Detrás de cada compra hay una historia… que no siempre escribes tú.
Puedes cambiar eso con una mentoría financiera: aprende a identificar las trampas del consumo y a gestionar tu dinero con inteligencia.